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Para entender qué es el superyó y cómo se manifiesta en la psicosis, debemos comenzar con la hipnosis. Conocer la hipnosis es fundamental para toda psicoterapia, ya que todas ellas tienen raíces en la hipnosis. La hipnosis y las psicoterapias son procesos de influencia interpersonal, donde una parte de la mente influye en otra de manera inconsciente e involuntaria. Durante la hipnosis, la persona acepta lo que se le dice como una orden.
La hipnosis lleva al sujeto a un estado intermedio entre la vigilia y el sueño, donde las palabras del hipnotizador son aceptadas sin evaluación lógica, solo por sugestión. En este estado, el hipnotizado recibe y obedece órdenes sin crítica. Existen varias explicaciones sobre la naturaleza de la hipnosis, y una de las más relevantes para entender el superyó es la de Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis.
El psicoanálisis es una evolución de la hipnosis que abarca desde el psicoanálisis clásico, pasando por la psicoterapia psicoanalítica, hasta la psicoterapia de orientación psicoanalítica. Inicialmente, el psicoanálisis buscaba los mismos efectos que la hipnosis, con el paciente tumbado en un diván y el terapeuta fuera de su vista. Con el tiempo, la influencia de la hipnosis se volvió más sutil, y el tratamiento cara a cara se convirtió en la norma. Además, el psicoanálisis introdujo el concepto de "insight", el tomar consciencia de aspectos de uno mismo o del otro, a través de una relación basada en la transferencia y el método de la asociación libre.
Lo que quiero destacar es que la hipnosis revela una estructura de la personalidad que tiene la capacidad de influir y ejercer poder de manera inconsciente sobre el resto de la personalidad. Freud señaló que existe una parte de nuestra mente que nos observa, vigila, juzga, ordena y empuja a hacer o no hacer determinadas cosas. Esta parte actúa como intermediario entre el yo y el objeto (persona, animal, cosa) y su funcionamiento puede ser inconsciente o preconsciente. Freud llamó a esta parte "Ideal del Yo" y más tarde "Superyó".
En la hipnosis, el superyó es reemplazado por la voz del hipnotizador, que actúa como el superyó del hipnotizado. En la psicosis, el superyó se vuelve consciente, lo que significa que la persona escucha las voces del superyó. Además, el individuo psicótico no se da cuenta de que esas voces le pertenecen y son parte de su mente.
Para tratar la psicosis, es crucial que el individuo establezca un diálogo con su superyó, con la ayuda de su psicoterapeuta, para reconocer que esas voces son una parte de su mente y reducir el poder que tienen sobre él. En mi técnica para trabajar con las voces del superyó, utilizo un estado especial de consciencia para establecer un diálogo entre el yo y el superyó, actuando como intermediario mediante la imaginación activa. Esta imaginación no es solo pasiva ante las imágenes, sino que también desarrolla la función reflexiva, permitiendo que las voces del superyó se personifiquen y adquieran vida y autonomía propias.